~ "La imaginación crea la realidad." (Neville Goddard) ~


martes, 23 de febrero de 2016

PODER (Neville - 23 de julio de 1968)

Neville Goddard (23 de julio de 1968)


PODER



El tema de hoy es PODER. No me refiero al poder del César, esta noche estoy hablando del poder de Dios, porque aquí, en el mundo del César, creo que todas las naciones admitirían que nuestro país es, de lejos, el poder más grande en el mundo del César: poder económico y poder militar. Y aquí estamos, enfrentados a una nación de la más baja categoría, y tenemos en nuestras manos la guerra más larga de nuestra historia. Decimos que tenemos un objetivo y que tenemos los medios para lograrlo, pero no estamos dispuestos a usar los medios que tenemos. Bueno, entonces, modifica el objetivo para que encajen los medios que estamos dispuestos a usar. Eso pertenece al mundo del César. Si no modificamos el objetivo para que encajen los medios que estamos dispuestos a usar, entonces abandona el barco y olvídalo, y olvida el famoso dicho, “Salvar las apariencias”. Pero no estoy hablando de ese tipo de poder. Estoy hablando del poder de Dios, el cual, es llamado en las Escrituras: “Jesucristo”. Pablo define a Cristo como: “El poder de Dios y la sabiduría de Dios”. Aquí encontramos a la sabiduría y al poder, exaltados y personificados como el compañero de Dios en la creación del mundo. Ese poder es tu propia maravillosa imaginación humana. ¡Ese es el poder de Dios! Ese es Cristo. Hasta donde yo sé, ése es Jesucristo, el de las Escrituras.

Ahora, esta noche estamos hablando de este poder. El primer evangelio es Marcos, y las primeras palabras que encontramos en los labios de este poder son: “El tiempo se ha completado, y el Reino de Dios se ha acercado. Arrepentíos y creed en el evangelio.” (Marcos 1:15, traducción Moffatt) Ahora, la palabra “arrepentíos” como la usamos en el mundo, no es lo que las Escrituras quieren decir cuando se usa aquí. Nosotros lo interpretamos como sentir remordimiento, lamentación. Eso no tiene nada que ver con la palabra arrepentirse. Es griego de: “Metanoia”, un cambio radical, realmente un cambio radical de actitud; un cambio de mente radical.

Puedo ver un objetivo, y luego todo me dice: “Bueno, ¿no puedo realizarlo? ¿Acaso tengo el poder para realizar un objetivo? Les digo que sí lo tenemos; tenemos el poder. Bueno, ¿cuál es el significado más profundo de “Poder” sino la efectividad en lograr el propósito que uno tiene en la vida? Bien, entonces, yo tengo un propósito. ¿Acaso tengo el poder? Les digo a todos: Sí. Tú puedes imaginar el final, ¿no es así? ¿Puedes imaginar cómo sería si fuera cierto? ¿Puedes sentir cómo sería si fuera cierto? Bueno, entonces, ¡eso es poder! Ahora, ¿puedes persistir en él? ¿Acaso puedes permanecer fiel al final como si ya fuera cierto?

Ahora, no me importa cuál es el objetivo. Tú tienes el poder para lograrlo si sabes que este poder es el poder de Cristo. Porque todas las cosas son posibles para él. Él, es personificado en las Escrituras. Veamos como lo personificaron primero. Leerán en el capítulo 8 del libro de Proverbios, en el versículo 22 hasta el final, el versículo 36, y estas son las palabras: “Dios me poseyó al principio de su camino, el mismísimo primer acto de tiempos pasados.” (Proverbios 8:22) Una traducción dice: “Él me creó”; (Moffatt), pero esa no es una buena traducción. No puedo decir que yo creé mi capacidad de pensar. Puedo desarrollarla, pero ya estaba conmigo desde el principio. No puedo decir que creé mi capacidad de imaginar; ya estaba conmigo. Podré no imaginar correctamente, pero ya estaba conmigo. Así que Dios me poseyó al principio de su camino, el mismísimo primer acto de tiempos pasados, antes de que trajera a la existencia el universo, antes de que estableciera los fundamentos de la tierra, Yo estaba a su lado como un pequeño niño. Yo era su delicia del día a día, regocijándome todo el tiempo en su presencia, regocijándome en su mundo habitado. “Ahora hijos míos, escúchenme, aquel que me encuentra, encuentra la vida y obtiene el favor del Señor, pero aquel que me erra, se lastima a sí mismo. Todos los que me odian, aman la muerte.”

Leerás estas palabras en el capítulo 8 de Proverbios. Aquí es personificado como un pequeño niño, el compañero de Dios en la creación del mundo. Cuando lo lees, no tiene sentido, pero les digo por mi propia experiencia personal, habiendo practicado el arte del arrepentimiento y habiendo experimentado el nacimiento de arriba, con el pequeño niño, sé exactamente lo que el profeta quiso decir cuando fue inspirado a escribir estas palabras. Un día encontrarás este poder creativo en ti, personificado como un pequeño niño. El mundo entero lo ha malinterpretado completamente, y piensa que es un pequeño niño envuelto en fajas que fue encontrado por los pastores hace dos mil años. Esa es una señal del nacimiento en el hombre, del poder creativo de Dios. Así que Dios está en realidad, trayendo este poder creativo en el hombre, y cuando es traído al nacimiento en el hombre para que el hombre se convierta en parte del poder creativo del universo, es la señal de su nacimiento – la señal de su consciencia de él – es aquella de un pequeño niño. Así que aquí, yo era como él; yo estaba a su lado como un pequeño niño cuando trajo a la existencia el universo. Entonces, así como en todos, al hacerme nacer como parte del poder creativo del universo, la señal de mi llegada en ese punto es simbolizada en el nacimiento de un pequeño niño. Cuando yo encuentro al niño, he encontrado la vida. Ahora tengo vida en mí mismo. Ya no soy más un cuerpo animado; soy un espíritu que da vida. Si le erro, me lastimo a mí mismo. “Todos los que me odian, aman la muerte.”

Ahora, este mundo es el mundo de la muerte. Así que le cuentas la historia al mundo, y la mayoría preferiría tener el edificio que está cruzando la calle, o este edificio – o algo que para ellos sea seguro – que saber sobre un poder. Arrebátame el edificio, destruye el edificio, pero ¡déjame el poder que lo pueda recrear! No me quites el poder creativo, pero quítame todas las cosas que creo. El mundo prefiere tener las cosas creadas, que el poder para crear. Entonces: “Aquellos que me odian, aman la muerte.” Están enamorados del mundo entero que se deteriora. Todo lo que está construido hoy, se desvanece gradualmente. Viene al mundo, crece, mengua y se desvanece. Pero déjame el poder para traer cualquier cosa a este mundo, y quítame – si es lo que quieres – cualquier cosa que yo traiga al mundo, pero no me quites el poder creativo, para que así pueda crear lo que sea en este mundo.

Ahora, ¿a qué se refiere con arrepentirse? Se refiere a esto: poner a prueba la habilidad del individuo de entrar y formar parte, de la naturaleza de lo opuesto.

Yo veo a alguien, y veo que están detrás de la bola ocho financieramente. Tienen que pagar el alquiler, tienen que comprar ropa, alimentarse a sí mismos, y quizás tienen obligaciones en la sociedad – otros a quienes alimentar, otros a quienes vestir. Puede ser un padre o una madre. Y me los encuentro y están desempleados. Ahora, yo pongo a prueba mi habilidad de ponerlos en un estado donde ellos están completamente empleados. Los traigo ante el ojo de mi mente, y me los represento como si estuvieran completamente empleados, y en el grado en que soy auto-persuadido de la realidad de lo que estoy viendo, y escuchando, y haciendo, en ese grado ellos se convierten exactamente en lo que yo estoy haciendo, todo en mi imaginación. Bueno, si mañana o en el presente inmediato ellos realmente se amoldan externamente a lo que yo estoy haciendo internamente, yo he encontrado el poder creativo.

Lo pruebo nuevamente con otra persona. Lo pruebo aun una vez más con otra, y continúo probándolo, y funciona. Bueno, entonces, lo cuento, y les pido a todos los que me escuchen y me crean, que lo prueben. Vean si no pueden ejercitar el mismo poder en ustedes. No es un poder diferente. Existe sólo un Cristo. No hay innumerables pequeños Cristos corriendo por ahí en la tierra, hay solo un Cristo, y ese Cristo es tu propia maravillosa imaginación humana.

Así que, si yo ejercito mi imaginación y se prueba a sí misma en acción, y luego tú ejercitas tu imaginación y se prueba a sí misma en acción, es la misma imaginación – individualizada como Neville, individualizada como tú, sin importar tu nombre. Luego lo compartes con otro, y se lo cuentas a otros. Bueno, si yo puedo contarlo al punto tal que son persuadidos en probarlo, y al probarlo se prueba a sí mismo en la prueba, entonces lo he encontrado. Así que cuando leas en las Escrituras: “Lo he encontrado” (Juan 1:45), ¿Encontrado a quién? “He encontrado a aquel sobre quien Moisés y los profetas escribieron en la ley, Jesús de Nazaret”. Bueno, la palabra “Jesús” simplemente significa lo que “Jehová” significa; que es “salvación”. Significa: “Salvar”.

Si yo salvo a alguien de la pobreza al ponerlo en un estado de afluencia, bueno, entonces eso es Jesús. Estoy ejercitando el mismo poder. Si alguien está enfermo y me lo represento como si fuera la personificación de la salud, y él se amolda a eso, entonces eso es Jesús. Él lo salvó. ¿De qué? ¡De estar enfermo! Si lo pruebo, y lo pruebo y lo pruebo y se prueba a sí mismo, ¿qué importa lo que piensen otros? ¿Qué importa lo que cualquier otro piense respecto a lo que yo estoy hablando? Yo solo sé que se prueba a sí mismo. Funciona. Bueno, si funciona, pruébalo. Así que este es el poder del que estoy hablando, no alguna pequeña cosa peculiar en lo exterior. Tú no lo compras. Es innato. Tú lo ejercitas.

Así que se te dice que te arrepientas, en el comienzo del ejercicio de este poder, y cuando llegas a cierto grado de intensidad, ese poder nace. Nace en ti y es personificado como un pequeño niño, y tú puedes sentirte a ti mismo saliendo de tu propio cráneo. Y he aquí un pequeño niño envuelto en fajas, y es tu niño. Ahora, tú no has formado a un pequeño niño en tu cabeza. El niño es un símbolo de tu nacimiento de arriba. Es una señal de tu llegada a la corriente creativa de Dios. Ahora eres uno con el poder creativo de Dios, y sólo existe Dios, nada más que Dios. “El hombre es todo imaginación, y Dios es el hombre, y existe en nosotros y nosotros en él.” El poder creativo de Dios es la imaginación del hombre. Eso es Jesucristo mismo. No hay otro Jesucristo. Así que de repente te das cuenta que esto es de lo que el mundo está hablando. Lo han puesto en el exterior y han hecho un pequeño dios de él, cuando él está morando en todos.

Ahora, déjenme que les muestre, desde mi propia experiencia, lo que sé sobre esta ley. Yo puedo desperdiciar el poder en el mundo del César. Lo estamos haciendo de a billones cada año con nuestra pequeña guerra y todas las tonterías que tenemos en el mundo. Este poder, no lo puedes desperdiciar. Podrás mal usarlo, pero no puedes echarlo a perder. Puedo mal usarlo en cada momento en el tiempo al imaginar cosas desagradables sobre la gente, cosas desagradables sobre mí mismo, y puedo usarlo odiosamente – pero no puedo echarlo a perder. Les mostraré por qué no puede ser desperdiciado.

Una noche, muchos, muchos años atrás, me encontré de repente con dos seres. Yo soy el que los está percibiendo, así que éramos tres, pero yo soy el que percibe. Aquí, por arriba mío, estaba parada la mujer más hermosa que se puedan imaginar, un ángel – un ángel de belleza y de todo. ¡Ella era amorosa! Y debajo mío estaba la cosa más monstruosa que el hombre podría concebir, cubierto de pelos como un simio, pero podía hablar. Hablaba con voz ronca. Lo miré, y me miró y señaló a este ser hermoso y angelical, y la llamaba a esta mujer, “madre”. Bueno, yo estaba tan perturbado con esta cosa monstruosa que la golpeé. Se regodeó. Le encantaba la violencia; se alimentaba de violencia. Cada vez que yo era violento, se hacía más fuerte. Y este hermoso, brillante ser… a este, lo llamaba “madre”. Y de repente, mientras golpeaba a esta cosa, me di cuenta: pero si esto es la encarnación de toda mi energía mal usada, mientras que la otra es la encarnación y personificación de cada pensamiento noble que he entretenido. Miré a esta cosa; no tenía a nadie con quien maldecir. Sentí una compasión que nunca había conocido. Miré a esta cosa monstruosa y me di cuenta de que es tan solo el resultado de mi propia energía mal usada. Nunca debería haber nacido. Y me dije a mí mismo, “Te redimiré, aun si me lleva toda la eternidad.” Y me prometí a mí mismo redimirla, y ¿sabes lo que sucedió? En ese mismo momento, ante mis ojos, la cosa entera se marchitó. La cosa monstruosa, la encarnación del poder – esa cosa horrible – se hizo cada vez más pequeña y más y más pequeña, y no dejó ni rastro de haber estado presente. Pero a medida que se hacía más y más y más pequeña y desapareció, ¡la energía volvió hacia mí! Sentí poder infinito. Sentí como si pudiera haber hecho cualquier cosa para que el poder volviera a mí. No fue desperdiciado, fue mal usado, pero no perdido. “Nada se pierde en mi montaña sagrada.” (Isaías 11:9)

Entonces, no puedes perder el poder. Puedes mal usar el poder, pero no puedes perderlo. Pero eres confrontado un día, con una cosa monstruosa como ésa. Yo sé exactamente lo que hice. No vas a esperar para redimirlo. En ese mismo momento que te comprometes contigo mismo, lo dices en serio, “Te redimiré aun si me lleva toda la eternidad” – en ese mismo momento esa cosa monstruosa se marchita. Se hace más y más pequeña, y la otra brilla; se hace radiante como una estrella. Ella es la encarnación y la personificación permanente – haciéndose cada vez más grande – de tus propios maravillosos pensamientos. Cada acto amoroso tuyo, la alimenta a ella. Cada acto innoble tuyo, lo alimenta a él; y ellos caminan contigo. Esta te susurra las cosas maravillosas, alentándote a que seas noble, y este otro te susurra las cosas violentas. Si te encuentras en una encrucijada respecto a qué deberías hacer, este se quiere alimentar. Sólo puede alimentarse de violencia, y esta otra sólo puede alimentarse de los pensamientos amorosos y nobles del hombre. ¡Y el hombre los crea! Tú ves a tu propia creación, y es todo el mismo poder de tu propia maravillosa imaginación humana. Desde ese momento, tú sabes quién eres. Tú eres un poder creador, y sales a cambiar todo en tu mundo para amoldarlo a algo más amoroso. Y no lo haces en el exterior; lo haces en el interior. Lo haces todo en tu imaginación.

La imaginación es Dios, ¡y no hay otro Dios! Su nombre es, “YO SOY”, por siempre y para siempre. ¡Eso es Dios! Y aun así, cuando conozcas la personificación como tu propia imaginación, tú ves a un hombre, y ese hombre es Amor Infinito. También lo conocerás en otra vestidura, y ese es Poder Infinito. Él es Sabiduría Infinita. Y te darás cuenta de que el ser que realmente eres es un ser proteico. Él interpreta todos los papeles. Cuando te encuentres con él, su ser fundamental es Amor, pero también es poder, y lo ves como Poder. También es sabiduría, y lo ves como Sabiduría. Y no tienes que hacerle ninguna pregunta como: ¿Quién eres? Es tan obvio que estás parado en la presencia del Poder Infinito, Sabiduría Infinita, o Amor Infinito.

Y sabes la verdad de esa declaración de las Escrituras que dice, “Dios es amor”. Te paras en la presencia de Dios, Amor Infinito; ¡Y es un hombre!

Nuestros científicos nos hablan de una fuerza impersonal. Esto no es impersonal. Esto es muy personal. Dios es un hombre.

“Ahora eres hombre, Dios ya no,
Tu propia humanidad, aprende a adorar.”
—Blake

Porque todo aquí es Dios, y Dios siendo hombre, su propio atributo es personificado. Así que cuando te encuentres con Dios como Poder, es el hombre. Te encuentras con él como Sabiduría – es el hombre. Te encuentras con el como el Amor – es el hombre.

Les digo, este poder del que hablo, está aquí mismo en tu propia maravillosa imaginación humana. No te dirijas a otro. No te dirijas a nada en el exterior. Está todo dentro de ti. “El reino de los Cielos está dentro de ti.” (Lucas 17:21) Y Dios está en su Cielo. Si me dirijo hacia dentro, ¿a dónde me dirijo? Me dirijo a mi propia maravillosa imaginación humana, y luego imagino lo que yo quiero como si fuera real en mi mundo, y me persuado de que es verdad. En la medida en que yo me auto-persuado, se hace realidad. Realmente se viste a sí mismo en lo que el mundo llama “realidad”, pero la realidad no es la cosa visible que ellos ven. La realidad es el estado invisible, el cual yo he imaginado. Tú tomas el roble. Lo talas. Y luego se regenera por el estado invisible. El pequeño cordero – lo matas con el cuchillo, pero la realidad de ese cordero, esa forma que es para siempre, es invisible para el hombre.

Aquí, en este maravilloso mundo nuestro, tú tienes el poder. No necesitas poder financiero. Eso no funcionará. Tú no puedes comprar la salud. No puedes comprar el respeto. Bueno, puedes comprarlo por un breve momento, pero no te respetan realmente. Deja ir el dinero, y no te respetarán. No necesitas nada en el mundo del César para comprar lo que quieres. “Vengan”, se nos dice, “compren sin costo alguno, sin dinero.” (Isaías 55:1) Cuando él dice: “compren sin costo alguno”, entonces te das cuenta que no es la moneda del César lo que usas. Tú usas tu propia maravillosa imaginación humana.

Os compartiré una historia. Un amigo mío del sur fue a una peluquería. Había cuatro peluqueros. Él fue primero al jefe de los peluqueros. Y luego de la tercera visita, ese peluquero no podía atenderlo ese día, por lo que fue al cuarto peluquero – la última silla. Le gustó bastante la manera en que este peluquero le cortaba su cabello. Se pusieron a hablar, y se dio cuenta de que a este hombre le encantaba la peluquería – la amaba. Eso era todo lo que mi amigo necesitaba saber. “¿Realmente te encanta?”, él dijo, “Realmente me encanta. No haría ninguna otra cosa más que cortar cabello. Realmente me encanta.” Ahora, esto es lo que mi amigo hizo. Se imaginó que ese hombre era el dueño de la peluquería. No lo consultó con él; no lo consultó con el actual jefe de la peluquería; no lo consultó con nadie. Éste, le caía bien. Se imaginó que era el dueño, no de este local, sino de un local. Seis semanas después, el peluquero (el dueño actual) decidió vender el local. Cómo juntó el dinero, mi amigo nunca me lo dijo, pero compró el local, y movió al cuarto peluquero, el último del tarro, a jefe de peluqueros. En el último año, a este le gustaba tanto que vino aquí a esta ciudad hace dos meses, porque había una reunión aquí, un concurso entre peluqueros. Él trajo a dos de sus peluqueros con él. Uno estaba ocupado y no podía venir ese día. Trajo a dos. Ellos trajeron de vuelta – de los cinco premios – trajeron cuatro. Ganó dos – en primer y segundo lugar, y dos de sus peluqueros ganaron los otros dos premios. Acaba de entrar a otro concurso, que abarca toda la región (es decir los siete estados del oeste) y lo ganó, más mil dólares. La enorme placa está ahora en su pared, ¡y todo por el uso de la imaginación de mi amigo!

Este hombre tiene un impresionante control de este poder. Él es agente de publicidad. A principios de este año, su jefe le dijo: “Esta es nuestra mejor cuenta, y no quiero perderla, pero tú conoces la industria hoy en día. Está en ruinas, y debemos hacer algo para levantarla.” Bueno, él se sentó y dijo: “Si la imaginación crea la realidad, mi único problema será enfrentar a estos hombres que se creen tan sabios, y persuadirlos a que me permitan ir a todo pulmón con mi campaña desde la premisa de que ya es un hecho cumplido. No puedo promocionar que esta cosa es posible. Tengo que decir que ha sido testeado y probado en mis anuncios.” Él resolvió la cosa completa.

Cuando estos veinte hombres, todos multimillonarios (porque esta es una de las gigantescas industrias del mundo, es una industria internacional), cuando él resolvió la cosa completa y lo presentó ante estos veinte hombres en la junta, estos se creían estar por arriba de todo esto. Ellos estaban por encima de todo éticamente. Su código moral no lo permitía, pero mi amigo los persuadió en que así es cómo funciona la ley. Que imaginar crea la realidad. “Así que si quieres que algo sea creado, déjamelo a mí. Tomaré tu deseo y haré que ya sea un hecho. Tú tan solo menciónalo.” La primera cuarta parte de este año esa industria no solo cesó de ir hacia abajo, sino que se dio la vuelta, y sus ganancias – no la bruta – sus ganancias para la primera cuarta parte del año fue de setenta y cinco millones de dólares más que la primera cuarta parte del año pasado – setenta y cinco millones más. Estoy hablando de una red de ganancias. Ahora, estos hombres sabios, con sus maravillosos códigos éticos, ¡lo permitieron! Vieron el dinero en el banco. Vieron todas estas cosas, y su tal llamado código ético y moral, lo tiraron por la ventana, porque vieron otro principio que ellos no conocían.

Su competidor – yo vi la carta – su competidor en el campo de la publicidad le escribió al jefe de mi amigo. Le dijo: “Sabes, me saco el sombrero por ti. Tú usas un principio que hemos usado siempre en nuestro trabajo”, (lo que era mentira, él nunca lo había usado para nada). Le dijo, “Sé exactamente lo que has hecho.” Estaba tratando de sacarle información para averiguar lo que estaba haciendo, y en su carta hace la declaración de que en realidad lo sabía y que siempre lo había usado. (Continúa): “Y nadie puede trabajar para nosotros a menos que sepan de este principio y vivan por él. No nos preocupa su pasado religioso. Podrá ser católico, protestante, judío o ateo, pero tiene que vivir por este principio.” Bueno, yo vi esa carta. Este hombre estaba tratando de sacarle información, tan solo investigando para que aquel que realmente lo consiguió se sincere, y le diga lo que hizo.

Bueno, este es el mismo de la peluquería. Va cada sábado por la mañana con cita, y el jefe peluquero lo espera puntualmente. Cada sábado, él está ahí mismo para su compadre. Él lo ama, y lo empujó desde lo último del tarro, hacia arriba. Se dio cuenta de que al hombre le gusta cortar el cabello. Eso es lo que le gusta, tan solo le encanta hacerlo. Está bien, entonces, sé el mejor. Si te gusta, sé el mejor en la profesión. Dime que es lo que quieres. Quizás quieras ser una esposa, o (piensas) “Dame un hogar”. ¿Qué hay de malo en eso? Mi madre nunca fue a trabajar. Ella tuvo diez hijos y vivió en casa con su completo grupo de sirvientes. Mi hermana nunca trabajó, así que vive en su casa con sus sirvientes. Mi esposa trabajó hasta que yo pude mantenerla. El día que podía mantenerla, le dije, “Ahora, no trabajes más”, así que dejó de trabajar. Eso fue casi dos años después de que nos casamos. Dos años después, yo podía mantenerla, así que (le dije), “De ahora en adelante, no trabajes”, y no ha tenido que trabajar desde entonces.

Así que dime qué quieres, y luego deja que me persuada a mí mismo de que lo que realmente quieres, ya lo tienes. En la medida en que yo me auto-persuada de que ya lo tienes, lo tendrás. Si no puedo persuadirme a mí mismo, entonces he fallado, pero no he mal gastado la energía, porque lo intenté amorosamente. Cada vez que uses tu imaginación amorosamente en representación de otro, la usas sabiamente. Aun si no has tenido éxito en producir los resultados que estabas buscando, la has usado sabiamente. Entonces no te encontrarás con el monstruo con el que yo me encontré, pero las probabilidades son que todos en su ignorancia han creado a ese monstruo, porque todos han comenzado mal usando la energía, y se moldea a sí misma en una horrible, horrible cosa. ¿Alguna vez te has sentado y preguntado, “De dónde rayos ha venido ese pensamiento” porque no era un pensamiento amoroso? Vino de una cosa que tú has creado, aquella energía mal usada, un ser monstruoso que un día te enfrentará, y tú tendrás que redimirla, porque Cristo debe ser redimido. Y aunque él es el redentor, él también es el que debe ser redimido porque él es tan solo energía. Él es poder. Infinito poder creativo es Cristo, el poder de Dios. Así que el poder del que yo estoy hablando es tu propia maravillosa imaginación humana. Eso es Dios. Cuando les digo: “El hombre es todo imaginación, y Dios es el hombre, y existe en nosotros y nosotros en Él. El Cuerpo Eterno del hombre es la Imaginación, y eso es Dios mismo.” “El Divino Cuerpo de Jesús, y nosotros somos sus miembros.” Bueno, todos pueden imaginar, por lo tanto todos son miembros de un solo cuerpo.

Este es aquél del que se habla en el capítulo 8 de Proverbios: Yo estaba a su lado como un pequeño niño. “Aquel que me encuentra, encuentra la vida. Aquel que me erra, se lastima a sí mismo. Todos los que me odian, aman la muerte.” Así que el que lo encuentra es nacido de arriba, y, “a menos que nacieran de arriba, no pueden entrar al Reino de Dios.” (Juan 3:3) Y el nacimiento de arriba es simplemente simbolizado con un pequeño niño envuelto en fajas. No fue un pequeño evento que ocurrió hace dos mil años una sola vez y para siempre. ¡Está sucediendo! Empiezas con el arrepentimiento. Arrepiéntete, y cree la historia del evangelio. Y “arrepentirse” es simplemente desafiarte, ponerte a prueba.

¿Puedes tomar a un hombre en el punto más bajo de una peluquería, y convertirlo en jefe? ¿Puedes representártelo como uno que realmente está al cargo, alguien que le encanta y alguien que tú amas? Bueno, entonces, ¡inténtalo! Así que lo amó, lo trajo ante el ojo de su mente como aquel que realmente era importante en su vida, y el hombre simplemente ascendió de repente al puesto más alto de su tienda, y ahora ganó todos los premios de toda la zona oeste (del país). Y éste mismo, en su agencia de publicidad, hoy en día tiene carta libre. Su jefe le dijo, “¿Qué quieres?” y el jefe le da – bueno, yo diría que tres o cuatro veces al año – un enorme y gigantesco cheque de bonificación, sin que se lo pida. Quiere que se quede con él. Mi amigo no tiene deseos de renunciar, pero el jefe tiene tantas ganas de que se quede, que le da bonificaciones, una tras otra. ¿Y mi amigo? Muy bien, las acepta. ¿Por qué no debería aceptarlas?

Así que les pido a todos aquí que lo intenten. No lo escuchen solamente, inténtenlo. Eres el poder operante, no opera por sí mismo. Cuando ya sé lo que tengo que hacer, bueno, entonces, ¡lo hago! Ve a dormir esta noche. Muy bien, ¿cómo me duermo? ¿En qué estado de conciencia me duermo? ¿Como alguien no deseado? Muy bien, entonces me levantaré mañana, y me voy a encontrar siendo no deseado. Ignora los hechos de la vida y asume que eres deseado. Ignora los hechos de la vida, y asume que eres afluente, y observa como las cosas funcionan en tu mundo. Todo vendrá a ti. Estás creando con un poder que es infinito, y no necesitas ningún contacto en el mundo. No necesitas conocer a las personas indicadas ni a nada más en el mundo. Todo lo que necesitas conocer es a Cristo, y ¡Cristo es tu propia maravillosa imaginación humana! ¿Qué más necesitas conocer, más que a Cristo?

No dejes que nadie te diga: “Él está ahí afuera y tiene tal apariencia.” No hay ninguna representación personal en las Escrituras, respecto a Jesucristo. No hay ni un pequeño pensamiento mencionado respecto a cómo es su apariencia. Aun así, nuestras iglesias tienen cientos y cientos de pinturas, ninguna igual a la otra. Cada uno te dice que así es como se ve Jesús. Pero Él se ve igual a ti. Como se te dice en las Escrituras: “Aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando Él se manifieste, lo conoceremos.” ¿Por qué? “Porque seremos como Él.” (1ra. de Juan 3:2) Exactamente como tú cuando él aparezca. Así que no dejes que nadie te diga que él se ve como otro, diferente de ti, porque ese no es Cristo. Y aun así, a pesar del segundo mandamiento, “No te harás ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.” (Éxodo 20:4), tenemos todas estas pequeñas pinturas y figuritas que la gente compra, y les hacen reverencia. Y llaman a eso Cristo, algo hecho con la mano humana, y olvidan al creador y adoran a la cosa creada. ¡No te olvides del creador! El creador es tu propia maravillosa imaginación humana. Lo que sea que crees es menor que tú, el creador. Así que puedes crear una fortuna. Muy bien, ahora pongamos que te la arrebatan – no importa, puedes crear otra. Así que, lo que sea que puedas crear, puedes continuar creándolo si te lo arrebataran. Este es el poder del que yo hablo. No estoy hablando de ningún poder terrenal.

El año pasado yo estaba en Barbados por unos meses, y mi hermano (que ha hecho una gran fortuna) estaba hablando de estos hombres, y no se dio cuenta de lo que estaba diciendo. Mencionó a cinco hombres, todos multimillonarios, y me contó cómo trabajaron duramente y cómo hicieron todo eso y tenían todo este dinero. Yo le dije, “Vic, ¿los admiras?”, “¡Desde luego! Son poderosos.” Yo le dije, “¿Qué es poderoso? Me acabas de pintar cinco biografías, me diste una imagen de cinco de ellos. El último que me pintaste tiene solamente sesenta y tres años de edad. Él tiene, según me dices, alrededor de 25 millones, y tienen que decirle cuándo comer. Él no sabe – no sabe su nombre, no sabe nada. Y de repente, le ponen la comida en la boca, y le dicen “mastica”, y él mastica, y continua masticando por siempre hasta que le dicen “traga”, y él traga. ¿Y a eso llamas un hombre? Él tiene 25 millones de dólares, y ¿entonces qué? Y los otros – dedicaron todo su tiempo a hacer dinero, sólo a hacer cosas, y todos los que me nombraste y definiste para mí, yo no pondría ni a mi peor enemigo (si tuviera uno) en su lugar. Así que él tiene dinero, pero no tiene la menor idea del hecho de que tiene ni un penique. Tiene 25 millones, y ¿a eso llamas tú un “hombre”? Ese no es mi concepto de hombre.

Te estoy hablando de algo completamente distinto, Vic. Tú tienes muchísimo dinero, y quizás eso nunca te sucederá a ti. Tú también tienes millones. ¿Desearías estar así? Todos esos hombres están dementes. Dieron su vida completa por hacer y acumular cosas, y empezaron a adorar cosas. ¡No empieces a adorar cosas! Comienza a adorar a Dios y sólo a Dios, y Dios es tu propia maravillosa imaginación humana, y no te olvides de eso.

Este edificio es tuyo. Supón que esta noche se prende fuego. ¿Y entonces qué? Tú sabes lo que has hecho para construirlo. Construye otro. Mañana podrías tener la cosa completamente quemada. No te preocupes por las cosas que has acumulado como “cosas” en el mundo. Encuentra a Dios y adora sólo a Dios, y Dios no está en el exterior. Nunca lo verás en el exterior. Lo verás a él mismo, dentro de ti, porque ¿acaso puedes ver al “Yo Soy”? Tú puedes ver, “Yo soy un hombre”, tú ves al hombre reflejado. Puedes decir, “Yo soy un hombre pobre”, y ver a ese hombre reflejado en los ojos de aquellos que saben que él es pobre. Y puedes ver cada concepto que sostienes de tu ser – pero al ser que concibe no lo ves. ¡Eso es Dios! Mi concepto de mí mismo podrá ser esto, aquello y lo otro. Los conceptos serán reflejados en la sociedad, y los hombres me dirán quién estoy concibiendo que soy, ¡pero ningún hombre sabe quién soy yo en realidad! Yo, el que concibe, ellos no me conocen, pero conocen aquello que yo he concebido que soy. Mi cuenta bancaria le dirá al banquero lo que yo he concebido que soy en el mundo financiero. Todos estos son conceptos – los hombres verán los conceptos, pero no me pueden ver a mí, el que concibe. Bueno, no te olvides del que concibe; ¡ése es Dios! Y ese ser es tu propia maravillosa “YOSOYdad”. Eso es Dios, ¡y nunca existió otro! Nunca existirá otro.

Dios está engendrando a su propio ser, porque Él está enterrado en nosotros. Y lo está creando en la corriente de la creatividad, así que el mismo único ser – Dios – es infinito en potencia, pero Dios no es infinito en hechos concretos, porque si no, ¡él estaría muerto! No podría expandirse. No podría ir más allá de lo que es. Dios está por siempre expandiéndose. No hay límite en la expansión; sólo hay límite de contracción. Él tomó esas limitaciones para sí mismo cuando se convirtió en Neville. Ese fue el límite de contracción, el límite de opacidad. Ahora, él rompe la cáscara al ejercitar yo, dentro de mí, la ley del arrepentimiento. Así que yo ejercito mi imaginación, y entonces él rompe la cáscara. No hay límite ahora, para mi expansión, no hay límite de translucidez. Sólo existió el límite, que Él se impuso a sí mismo, que era el límite de la muerte – que es opacidad y contracción. Así que Dios es infinito en potencia, y todos aquí van a unirse a esa maravillosa corriente de creatividad y ¡serán uno con Dios!

Ahora, cuando lo escuchen, no lo escuchen solamente y luego lo olviden. Pónganlo a prueba. Pónganlo a prueba máxima, y luego cuéntenle a otros, y hagan que el otro le cuente a alguien más, y esparzan las buenas noticias. Eso es llamado, “El Evangelio”, porque la palabra “evangelio” simplemente significa, “buenas noticias”. Son las buenas noticias sobre Dios: cómo Dios se hizo hombre para que el hombre se convierta en Dios. Bueno si el nombre de Dios es, “Yo Soy” – yo sé que yo digo, “Yo Soy”. Es el centro de mi ser. Puedo decir, “Yo estoy enfermo”, pero yo puedo superar mi enfermedad. Pero no puedo superar ser – “Yo Soy”. Yo puedo cesar de ser extremadamente rico y convertirme en extremadamente pobre, pero no puedo superar ser – “Yo Soy”. Así que Él realmente se hizo el centro de mi ser. Ese es el centro.

Ahora, ése es mi ser. Entonces, si ése es Dios, y ése es mi ser – bueno, ¡él se convirtió en mí! Dios realmente se convirtió en mí para que yo pueda convertirme en Él. Él se impuso a sí mismo esta limitación para que yo pueda convertirme en lo que Él es (que es infinito) y expandirme para siempre.

Inténtalo esta noche. Pruébalo con cualquier cosa en este mundo. Los que no están casados, si desean estar casados, ¿qué símbolo en el mundo implicaría que están casados? ¿Una pequeña sortija? En el mundo occidental es una pequeña sortija alrededor de este dedo – no alrededor de ningún otro dedo – alrededor de este dedo. No necesita ser la sortija más grande del mundo, tan solo un pequeño anillo de oro. Si lo usaras ahí, implicaría que estás casado. Duerme esta noche como si estuvieras usando uno. No pongas tu dedo físico ahí; pon tu dedo imaginario en él, y siéntelo en tu imaginación. ¡Puedes hacerlo!

Siente una pelota. ¿Puedes sentirla? Entonces siente un pedazo de seda. Siente esto, uno tras otro. ¿Puedes diferenciar entre todas estas sensaciones diferentes? Si puedes diferenciar entre esto y una pelota de tenis, y una pelota de baseball, y un pedazo de seda, entonces, no puedes diferenciar entre nadas. Estos deben existir. Aunque invisibles ante tus ojos, aun así, ¡deben existir! Así que, si puedes diferenciar entre estos objetos invisibles, estos objetos, aunque no se vean, deben ser reales. Bueno, ahora toma eso y ponlo en tu dedo, pero siente que lo estás usando, siente que llevas ese anillo, que estás orgullosa de aquél que lo ha puesto ahí. No tienes que ver cómo es él físicamente. Cuando está puesto ahí, estás orgullosa de su nombre, de llevar su nombre, y estás orgullosa de él. Tan solo ponlo ahí.

¿Sabes por qué sé eso? Mi esposa lo hizo. ¡Lo hizo! Realmente lo hizo. Un día ella estaba en presencia de una tal llamada “sensitiva”, y ésta le dijo a ella: “¿Por qué te has sacado el anillo de casada?” Ella le respondió: “No estoy casada.” “Oh”, le dijo ella, “a mí no me engañas. Te sacaste el anillo de casada.” Ella respondió, “Pero no estoy casada.” Ella le dijo: “Hasta te diré su nombre”, y comenzó con “Neb, Neva…” no llegó a sacar el nombre pero estaba muy, muy cerca. Ella estaba en verdad sintiendo lo que mi esposa en su conciencia estaba sintiendo. Cuando la conocí por primera vez, yo la quería. El primer día que la conocí, me quería casar con ella, pero yo estaba atado. ¡Estaba atado! Pero, con esta ley, me desaté a mí mismo. Sin lastimar a nadie, me desvinculé de todas estas complejidades para que así pudiera decir legítimamente, “¿Te casarías conmigo?” Pero mientras tanto, ella estaba usando el anillo. Yo no lo había puesto allí todavía, pero ella me permitió que lo pusiera en su dedo, y se quedaba dormida como si yo lo hubiera puesto allí. Así que les digo, señoritas solteras, si tú deseas estar casada (quizás no lo deseas), pero si así lo deseas, ésa es la manera de hacerlo. Y él saldrá de la nada. No necesitas ir y comprar a nadie, o intentar conocer a la persona correcta. Normalmente, cuando intentas conocer al indicado, siempre es el equivocado. Así que no salgas a buscarlo. Los que andan buscando amor, sólo manifiestan su propia falta de amor, y los que no lo sienten nunca lo hallan. Sólo los que ya aman lo encuentran, y nunca tienen que buscarlo. Tú los atraes; ellos vienen a ti.

Este es el poder del que yo estoy hablando: el poder del universo. El poder que creó y sostiene el universo reside en ti, como tu propia maravillosa imaginación humana. ¡Eso es Dios! No lo olvides. Sé que es difícil, cuando el hombre ha sido entrenado para creer en un Dios externo. Y él va a la iglesia y se pone de rodillas y ora a un Dios externo. Y va a su casa por la noche – quizás recita sus oraciones, y se pone de rodillas, y ora a un Dios externo. Está bien, quizás eso es algo agradable de hacer para alguien, pero les digo: Él no está ahí afuera en absoluto. No serás criticado por eso, pero Él está dentro de ti – es muy personal. Déjenme que les diga. Él es muy, muy personal, y está dentro de ti. Cuando se te dice en las Escrituras, “De la Roca que te creó te olvidaste; Te has olvidado de Dios tu creador” (Deuteronomio 32:18), pareciera ser en sentido figurado, pero ¡qué tan verdadero es eso!

Una noche, sentado en el silencio (más bien era por la tarde), no estaba pensando en nada en particular, y de repente ante mis ojos vino esta fuerza. Era una fuerza enorme. Mientras la miraba, se fragmentó, se rompió en innumerables pequeños pedazos, y luego se reensambló. Cuando se reensambló de nuevo, no lo hizo en forma de fuerza, sino en la forma de un hombre sentado en la postura del Loto. Estoy mirando a este hombre, todo sentado ahora, un hombre perfecto. Cuando lo vi, estaba mirándome a mí mismo. Aquí estaba, el perceptor, observándome a mí mismo sentado en la postura del Loto, en esta profunda, profunda meditación, y a medida que me daba cuenta de que me estaba mirando a mí mismo, comencé a brillar, y brillaba, brillaba, brillaba. Cuando la luminosidad llegó a ser muy intensa, explotó, y luego volví a este nivel. ¿Dónde lo vi? ¡Dentro de mí! Ese Ser está meditando esto. Esto no es nada más que una proyección de sí mismo en el mundo. Y cuando Él despierte en mí, cuando despierte completamente, yo soy Él. ¡Dios realmente se convirtió en mí para que yo pueda convertirme en Dios! Y Él me llevó a través de todos los pasos, permitiéndome cometer todos los errores, para hacer un monstruo como la cosa de la que hablé anteriormente. Yo creé eso, y yo creé a la amorosa, y Él lo permite en su meditación. Él es el soñador en mí, y está soñando esto, y está soñando todo lo que yo sueño en este mundo, y cuando se despierte, esto dejará de existir, y yo seré Él y ¡Él es Dios!

Así que les digo, vayan y pónganlo a prueba. Comienza esta noche. Te hago esta promesa: si lo pruebas fielmente, Él no te fallará.

Ahora, vayamos al silencio.


Bien. Ahora, ¿hay alguna pregunta? Hagamos una noche completa.

Pregunta: [Inaudible]

Respuesta de Neville: “He tomado dos naciones bajo mi seno.” Las Escrituras nos dicen – de hecho, nuestra ley actual en el mundo del César está basado en ello – que el testimonio de uno solo no es aceptable en la corte. Debe haber dos testigos. Tenemos un testigo externo en la forma de las Escrituras, la palabra escrita. El hombre es la Palabra Viviente, y él tiene que duplicarla. Todas las historias de las Escrituras, él debe experimentarlas. Así que cuando él verdaderamente experimenta las Escrituras, hay dos testigos, su testimonio interno del Padre y el testimonio externo de la palabra escrita. Hablamos de los dos en el capítulo 11 de Apocalipsis, “mis dos testigos”. Si dos diferentes personas concuerdan en testimonio, es definitivo. Si uno solo viene y jura, aunque sea cierto, no es aceptable en la corte. Él podrá estar diciendo la verdad, pero debe haber un segundo testigo para confirmarlo. Ahora, el testigo de Dios es la Biblia, ése es el testigo. ¿Es literalmente cierto? Les digo por experiencia, es literalmente cierto, pero no es historia secular. Es historia sobrenatural. Así que, cuando lo experimentes, lo experimentarás en una región remota del alma. Duplicará la historia escrita, la cual es historia sobrenatural, historia de salvación.

Pregunta: [Inaudible]

Respuesta de Neville: Pero por supuesto, mi querida, de lo contrario tú no estarías aquí. No estarías aquí si no tuvieras hambre de experimentar a Dios. El mundo no está lo suficientemente hambriento para eso. Se nos dice: “Enviaré hambre sobre la Tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra del Señor”, (Amós 8:11). Y cuando tienes ese tipo de hambre, sólo una experiencia de Dios podría satisfacer esa hambre. Todo el dinero del mundo no podría satisfacerlo. Cuando esa sed te acecha, no hay una cosa en el mundo que realmente pueda saciar esa sed, sino la experiencia de Dios. Y toda esta historia está contada en la Biblia, y el hombre experimenta las Escrituras. Las Escrituras deben ser cumplidas en mí, así que tienes a dos testigos: el testigo viviente, que tú has experimentado, y el testigo externo de la palabra escrita.

¿Hay más preguntas? Vamos, hagamos de esta una noche completa. Todavía tenemos diez minutos.

Pregunta: [Inaudible]

Respuesta de Neville: No, mi querida, estabas sembrando cuando imaginaste. Los actos imaginarios son la siembra, pero nosotros no reconocemos nuestra propia cosecha cuando vemos el acto imaginario proyectado en la pantalla del espacio. Decimos: “Nunca podría haber imaginado una cosa como ésa”, pero debemos haberlo hecho, o no podríamos haberlo encontrado. Así que el acto de imaginar es sembrar, y a su debido tiempo, saldrá la cosecha de aquel viaje invisible, y aparecerá en la pantalla del espacio, y tú lo verás – pero no siempre reconoces tu cosecha. Y te digo una cosa, no te preocupes por los medios. Ve siempre al final. Mora en el final, y no lastimarás a nadie. Pero si intentas determinar los medios, estarás, digamos, estropeándolo todo. He tenido gente que me dice: “Sabes, yo quiero a ese hombre, y a ningún otro hombre.” Yo les digo: “No, no es así. Tú lo que quieres es estar felizmente casada. No quieres a ‘ese hombre, o a ningún otro hombre.’” “Oh, sí, a ese hombre o a ninguno.” Bueno, por supuesto, esto siempre las sorprende. Les digo: “Si él cayera muerto en este momento, ¿desearías estar casada?” “Bueno, él no va a caer muerto…”, “Yo no te pregunto eso. ¿Si cayera muerto en este mismo momento, o si en este preciso instante fuera acusado de ser el peor ladrón del mundo, o el peor asesino, todavía lo desearías a él?”, “Bueno, ahora, ¿por qué me haces esas preguntas, Neville? Yo quiero a ese hombre.” Pero, verán, no es ese hombre. Ellas quieren estar felizmente casadas. He ido a tantas bodas donde era, “ese hombre o ninguno”, ¡y no era “ese hombre”! Y están avergonzadas cuando me ven parado allí en el pasillo, porque “¡tenía que ser ese hombre, o ningún hombre!” Y ahora, aquí, resulta que no era ese hombre para nada. Y caminan (por el pasillo), están felices con su nueva pareja, pero un poco avergonzadas mientras van pasando, porque saben que yo sé que él no era “el hombre”.

Tú quieres estar felizmente casada. Está bien, ve al final. Estás felizmente casada. Entonces, permite que él venga, vestido en todo lo que se necesita para que seas feliz en tu mundo. Él no necesita ser algún famoso actor de novelas. ¿Cómo suele ser su tal llamado “mundo”? Se divorcian una y otra vez de todos modos. ¿Le hace eso él a la chica? ¿O ella se lo hace a él? Así que eso no es lo que tú realmente quieres. Tú quieres a un hombre comprometido contigo, un amor de verdad. Él llega a casa, y entonces la casa está completa. Cuando llega a casa y tú no estás allí, la casa está vacía. Yo sé que eso es lo que yo querría, y yo tengo eso. Si yo llego a casa y Bill no está allí, aún si tengo amigos en casa (podría tener una fiesta en ese momento, una fiesta de cocktails, diez personas, tal vez doce); “¿Dónde está Bill?”, “Bueno, ella no está aquí.” Sabes, todo está vacío hasta que ella llegue. Y si ella sale y dice, “Volveré a las cinco”, y ella no está allí a las cinco, pero vuelve a las seis – bueno, entre las cinco y las seis yo me desconozco. ¿Dónde está ella? Todos tendrían que tener ese tipo de relación. La casa está vacía cuando la pareja no está allí, hombre o mujer. Si yo volviera a casa y no me importara si ella está allí o no, ¿qué carajo estoy haciendo casado? Si ella no está allí, y no hay diferencia para mí si ella está o no, bueno entonces, eso no es un matrimonio. La casa debe estar vacía si ella no está allí, o si tú no estás allí. Si yo supiera que en su corazón, yo podría ir y venir cuando yo quisiera y a ella no le preocuparía – oh, ¡esa no es mi esposa! Yo sé que partiré algún día y la dejaré atrás, o ella partirá y me dejará a mí detrás. Eso, sé que es inevitable, pero mientras estamos juntos, yo quiero que sea de tal manera que la casa esté vacía si el otro no está allí. Y soy lo suficientemente egoísta para querer que ella se sienta de la misma manera.

¿Más preguntas, por favor?

Pregunta: [Inaudible]

Respuesta de Neville: Es igual de definitivo. El hombre crea involuntariamente tanto como lo hace voluntariamente, pero en este mundo nuestro, deberíamos aprender a crear conscientemente. Pero no puedo negar la tal llamada creación inconsciente, es igual de efectiva. Caminamos por el planeta, vemos un titular, no conocemos a las personas involucradas, y reaccionamos. Esa reacción, sentida intensamente, fue un acto creativo de nuestra parte. Por lo tanto, sé consciente de lo que estás haciendo. O les puedo decir a todos, háganse más y más conscientes para que en todo momento sean selectivos. Tú y yo no iríamos a una tienda y diríamos: “Dame una corbata”. La elegimos. Yo digo: “No me traigas solamente tres corbatas. Déjame ver varias corbatas” – cincuenta corbatas, cien corbatas, y yo elijo una. Podría elegir dos. Yo no entro y digo: “Dame un traje”. “Déjame ver algunos cortes de trajes.” Y quizás de una docena o más, yo elijo uno – textura, color, lo que yo crea que necesite en mi armario para incrementar mi armario. Así que yo lo elijo y él me lo hace. No dejo que él me diga lo que yo debería querer.

Pregunta: [Inaudible]

Respuesta de Neville: No, es igual de efectivo. Durante todo el día la gente está cosechando las cosas más horribles en el mundo, y son todas las que han plantado involuntariamente. Se sientan, en la Ciudad de Nueva York, y leen este pequeño periódico, The News (Las Noticias), de principio a fin. Es el periódico más grande de nuestro país. Tiene una circulación diaria de más de dos millones y medio de ejemplares. Creo que la circulación del Sunday es de alrededor de cinco millones. Es un pequeño tabloide, y no hay ni una palabra en él que no sea negativa. Quién asesinó a quién, quién violó a quién, quién está viviendo con la esposa de quién, y todo este tipo de cosas, y les encanta. Y por supuesto, sus pequeñas vidas son apagadas de todas maneras, así que es de alguna manera vicario, y se rellenan a sí mismos con todas estas tonterías, mientras van al trabajo. Por una hora, lo están leyendo. Bueno, cuando las cosas suceden en su mundo, continúan sucediendo, de una manera anormal, no se dan cuenta que son ellos quienes lo están haciendo. Pero la cosa entera es hecha por ellos. Se rellenan con eso. No hay discriminación para nada. Es como ir a un restaurante y preguntar: “¿De qué se quiere deshacer el chef hoy?”, es la misma cosa. Y él responde: “Tenemos mucho del guisado. Lo tuvimos por cuatro días y no podemos venderlo, y eso es de lo que queremos deshacernos. Llámalo por otro nombre hoy, y deshazte de él.” Bueno, yo no busco eso. Dame el menú.

Una vez, un amigo mío me enseñó esta lección. Fuimos a un restaurante y el mesero era muy, muy descuidado, y volcó un poco de la sopa, y mi amigo lo llamó y le dijo: “Dígame, ¿esto es caridad?” Bueno, el mesero estaba estupefacto. Le dijo: “Estoy haciendo una pregunta muy simple. ¿Esto es caridad?” Y él le dijo: “¿A qué se refiere señor?”, “¿Debo pagar por esto?” Él dijo: “Pero, por supuesto señor.” Él dijo: “Bueno, entonces llévelo de nuevo, y tráigame un lindo plato limpio, y la sopa sin volcar.” El hombre se la llevó, y le trajo un lindo plato limpio con sopa sin volcar. Si es caridad, déjalo allí; no me puedo quejar. Pero si yo pago por ello, tú te lo vuelves a llevar. Bueno, esa es una lección que todos deberíamos aprender. Demasiadas cosas descuidadas suceden, y nadie se hace cargo.

Pregunta: [Inaudible]

Respuesta de Neville: Voluntariamente. Primero que nada, yo no me divorcio de Dios. Él sólo tiene un nombre – YO SOY, y yo tengo ese nombre: no puedo señalar a otro lugar para decir “su voluntad”. En el minuto que digo, “su voluntad”, me estoy divorciando de Dios. Así que me pregunto a mí mismo: “¿Qué es lo que quieres, Neville?” Ahora, dado que el mundo entero eres tú mismo exteriorizado, no vas a lastimar a nadie, pero no puedes negar que tú aún deseas. Tú quieres algo. Así que lo quieres. Bueno, asume que ya lo tienes y luego permite que las cosas sucedan. Si se necesitan mil o diez mil personas para ayudar a dar a luz esa asunción, entonces serán utilizadas, y serán utilizadas consciente o inconscientemente. Pero, si tengo que esperar para decir: “¿Será la voluntad de Dios?” Yo esperaré eternamente. “¿Será la voluntad de Dios que yo pague la renta? ¿O que yo sea desalojado?” Bueno, entonces, si voy a esperar y decir: “Bueno, deja que él me lo diga primero”, porque algún amigo me dirá: “Sabes, necesitas esa experiencia, necesitas humildad; necesitas que todas estas cosas se disparen…” ¡Estoy harto! ¡No necesito aprender la misma lección dos veces! Oh, yo he pasado por eso, cuando pensé que era la voluntad de Dios y permitía que él lo hiciera, y me sentaba y no hacía nada. Luego llegaba fin de mes, y no podías pagar la renta. La administradora decía: “Sabes, no puedes quedarte”, y pum, estabas en la calle. Yo he tenido esa experiencia, el esperar que Dios me dijera qué hacer, y él nunca me lo dijo. Y fui yo el que tuvo que hacerlo. Entonces, cuando me casé, sabía que tenía obligaciones en la vida – tenía a otra persona a mi cargo. Luego vino un hijo, y luego otro. ¿Es mi obligación tener un ser externo que me diga cómo? No, yo sé lo que tengo que hacer. ¿La ingreso en la escuela? Está bien. ¿Puedes ir a la universidad? ¿Deseas ir? Está bien, entonces, es mi obligación anotarla en la universidad, y así lo hice. Pero si espero a que algún ser externo me hable y me diga: “Bueno, quizás ella no debería ir. Será más fácil para ti.” Estoy pasando la pelota. El mundo entero pasa la pelota.

No, mi querida, toma tu decisión. Aun si estás equivocada, toma una decisión. Está bien, tú aprendes al hacerlo. Pero ser indeciso, por no cometer un error... Bueno, ¿conoces esa historia? Está en Apocalipsis. “¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.” (Apocalipsis 3:15-16). No puedes hacer café o té, con agua tibia. Tiene que ser caliente o frío. El hombre tiene que ser intenso. Sabes, la gente que me opone y me dice: “Neville, creo que eres un lunático. Pienso que estás tan loco como se pueda estarlo” – bueno, me han dicho eso una y otra vez.

Aquellos que realmente me oponen son mis mejores estudiantes. Pero aquellos que vienen y me dicen: “Oh, creo que eres maravilloso”, la primera vez que me escuchan, “Oh creo que eres maravilloso”; nunca más vuelven. Aquellos que dijeron: “Creo que este hombre está loco” – los he tenido. En la calle 49 de la Ciudad de Nueva York me encontré con dos señoras. Una señora le estaba mostrando a su amiga de otra ciudad, toda la ciudad de Nueva York, y había una foto mía gigante en una ventana con mis libros, y una dijo: “¿Sabes quién es él?” Y ella dijo: “No.” “Bueno, es el místico loco de la calle 48. Oh, debemos ir a escucharlo. Debes ir a escucharlo. Está loco de remate. Todas vamos a escucharlo porque esta muy loco, es divertido.” Ella dijo: “Es divertido ir y sentarnos; no cuesta nada.” En esos días era todo esfuerzo voluntario de su parte, así que miles de personas venían tres veces a la semana a escuchar al místico loco de la calle 48. Pero aquellos que escucharon y pensaron: “Él está realmente loco”, y me desafiaban desde la audiencia, se convirtieron en buenos estudiantes. Aquellos, como las dos en la calle que dijeron: “Oh, es el místico loco. Vamos y divirtámonos”, nunca se convirtieron en estudiantes. Ellos aman sus pequeños iconos, y le oran a los pequeños iconos. Él nunca les responde, pero aun así le oran de todas maneras con esperanza.

Pregunta: [Inaudible]

Respuesta de Neville: Mi querida, yo creo que hay que ser tan específico como uno pueda serlo. Yo sólo sabía lo que deseaba tan seguido, respecto a ciertas cosas, y las quería en detalle, y las obtuve. Si el hombre no puede ser específico, está todo bien. Toma un final, un final generalizado. Pero si eres realmente específica, Dios es muy definitivo. La descripción es perfecta en el mundo de Dios. Mira la huella digital. No sólo la huella digital de cada hombre difiere de todas las otras huellas digitales, sino su olor también – o el perro entrenado no podría encontrarte. Tan solo imagina a tres billones y medio de nosotros, y no hay dos que tengan idéntico olor. No hay dos que tengan el mismo sonido de voz – similar, pero no idéntico. Obsérvalo en la cinta mientras hablas, y esa vibración lo grabará. No puedes reproducirla. ¿Similar? Sí. Pero no hay dos iguales. Eres tan único. Eres el único; por lo tanto no puedes ser reemplazado. No hay nadie en toda la eternidad que pueda reemplazarte. Es por eso que debes ser salvado, o el Templo Viviente no puede ser completado. Eres una piedra en el templo viviente. Dios fue muy específico cuando te hizo a ti, el ser único que tú eres.

Yo no seré “perdido en la multitud”, por la simple razón de que Dios no me perdió en la multitud. Yo soy individualizado, y tiendo hacia una individualización más grande por siempre y para siempre.

Pregunta: [Inaudible]

Respuesta de Neville: Ser “manso” es ser auto-disciplinado, o bien entrenado. “Los mansos heredarán la tierra” (Mateo 5:5), porque ellos han aprendido a utilizar su imaginación.



Traducido por Laura Arrojo
La conferencia original en inglés es
POWER (Neville Goddard – 07-23-1968)



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5 comentarios:

  1. Gracias Manu!! todavia no está en pdf para descargarla y poder leer esta conferencia una y otra vez, o yo no puedo hacerlo todavia, realmente es maravillosa, sus palabras son grandiosas! Gracias por tu trabajo!!!!!!

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  2. Poderoso... como siempre.
    Gracias Manu

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  3. ¡ Gracias Laura, Gracias Manu , Gracias Neville !

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